En la Palma de su Mano

 Tu presencia  y la mía el día de hoy testifican de Dos maravillosos Realidades, testifican de que la Gracia y la Misericordia de Dios, tiernamente derramada sobre todo aquel al que tu y yo grandemente amamos al concederles también a cada uno de ellos, la invaluable bendición de un nuevo dia. Si, porque de no haber sido así, ya sea tú, a yo, no estaríamos en este momento aquí. Definición : Dios pudo haber determinado la noche de anoche el privar del aliento de vida, ya sea a ti o a mi, o alguno de nuestros seres queridos. 

Lee, y teme, y agradécele:“En su mano está el alma de todo viviente, Y el hálito de todo el género humano.”(Job 12:10)

Amen

Autor:  El Espiritu Santo

Templo de Dios/Heme aqui, enviame ami.

Hermano Salvador Lopez / 323-214-6713

In the Palm of His Hand

Your presence and mine here testify of Two wonderful Realities, they testify that the Grace and the Mercy of God was tenderly poured out upon everyone whom you and I love and hold dear to our hearts,  by also granting each of them the priceless blessing of a brand new day of life. Yes, because if it hadn’t been this way, neither you or I would be here at  this moment. Definition: God could have determined last night, to deprive either you, I, or any of our loved ones, from the breath of life. 

Read, Fear, and be Thankful:“For the life of every living thing is in his hand, and the breath of every human being.”(Job 12:10) 

AMEN. 

Author:  The Holy Spirit

Temple of GOD/ Here I am. Send me.

Brother Salvador Lopez (323)214-6713

Odio mi Natureleza Pecaminosa

Nuestro Señor Jesucristo nos reveló cuáles son los dos mandamientos más grandes he importantes de todo la ley de Dios.Jesús dijo:“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.  De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” (Mateo 22:37-al-40)

Pero existe un tercer mandamiento sin el cual, es literalmente una imposibilidad el poder alcanzar como siervos de Dios, la obediencia de los dos primeros. 

Considera la Escritura: “Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; El guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra.” (Salmo 97:10)

Estos tres elementos son el componente del fundamento Bíblico establecido por Jehová Dios, en otras palabras, el amar a Dios por sobre todas las cosa, el amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos- y el aborrece todo lo malo es la expectativa, el requerimiento, la condición, y solo para que quede más claro, la meta trazada para ti y para mi departe de Dios, nuestro Supremo Creador  y Proveedor. Grandes, maravillosos y sobre todas las cosas, inmerecibles han sido los frutos del Espíritu Santo para con  mi vida. Si, en este dulce, emocionante y placentero  camino de santidad, Dios no ha retenido su generosa mano de bendecir ampliamente todo mi ser. Los beneficios de restauración que su gracia inmerecible me han otorgado son indescriptiblemente invaluables, Si, a menudo le pregunto a Dios  ¿Qué fue  lo que motivó tu Sagrado corazón en poner tu mirada en mi? Simple y sencillamente no puedo discernir por más que la internó, el porque la gracia de mi amado Señor Jesucristo y la misericordia de Jehová Dios su amado Padre, hayan dado a mi vida este galardón, este privilegio y esta felicidad de poder ser un humilde mensajero de sanidad, esperanza y de vida eterna. Con esto en mente, puedo con toda humildad y honestidad proclamar que amo con todas mis fuerzas la Belleza de Dios, y absolutamente todo lo que Él es, y representa. Resultado: ¡Aborrezco desde el fondo de mi alma y de mis viseras, todo lo malo! En este documento no vamos a emplear tiempo en documentar acerca del odio que mi corazón siente en contra de las cosas externas, tales como el comportamiento detestable  y repulsivo de los seres humanos, pues por la gracia de mi Señor Jesucristo y por la revelación del Espíritu Santo de Jehová Dios, este documento ya ha sido publicado en las redes sociales el cual lleva por título: “Odio, que Maravilloso Sentimiento.” Nuestro Señor Jesucristo nos  enseñó que en nuestra naturaleza humana existen dos poderosas fortalezas, la espiritual  y la carnal. 

Jesús Dijo: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:41)

Definición: La espiritual es fuerte, perfecta y santa, mientras que la carnal es débil, rebelde, corrupta, pecaminosa, y muy mala. Nuestro hermano Pablo documentó que entre estos dos polos opuestos existe un contraste, una lucha, una enemistad, en otras palabras, un arduo conflicto entre lo que es el bien, y el mal. 

Considera la Escritura: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” (Gálatas 5:16-17)

A Dios Padre, a mi Señor y Salvador Jesucristo y al  Espíritu Santo de Dios llamo por testigos que lo que estoy apunto de proclamar es honesto y verdadero, con la misma fuerza y pasión con la que odio toda la repugnante maldad que existe en este mundo, de la misma manera mi corazón odia esta condición humana y pecaminosa en la que me encuentro. La gran mayoría de seres humanos sueña con tener una carrera exitosa, un empleo en donde ganen mucho dinero, ser dueño de propiedades, tener automóviles de lujo, un excelente crédito, una cuantiosa cuenta de dinero en el banco y poder viajar alrededor del mundo sin preocupaciones. Mi anhelo, mi sueño, mi meta y el propósito primordial de mi vida es todo lo contrario, yo daría cualquier cosa por poder ser un siervo que diera diariamente regocijo, felicidad y orgullo al corazón dulce, tierno, paciente y amoroso de mi amado Señor Jesucristo, y al corazón Santo, justo misericordioso y glorioso de Jehová Dios Todopoderoso, el Santo de Israel. Si, daria cualquier cosa por jamas fallar, ofender o contristar ni aun con el pensamiento al Espíritu Santo, el cual es por siempre y para siempre maravillosamente bueno. Este hermoso sentimiento de desear con todas las fuerzas de mi alma el obedecer  la Santa voluntad de Dios y no poder hacerlo, es lo más triste, doloroso, frustrante, decepcionante y lo más desanimante que a mis 49 años de vida, he experimentado. Si, odio el que mi naturaleza pecaminosa me prive de poder obedecer y entregarme por completo a lo que con tanto amor, Dios ha establecido. Pero sin lugar a dudas lo más penoso de esta realidad , es el que mi carne, mi pecaminosa condición siempre trata desvergonzadamente de justificar lo que es obvia y claramente injustificable. Si, para vergüenza mía tengo que confesar que cuando se trata de trabajar en la obra de Dios, soy indescriptiblemente perezoso e indisciplinado. Agreguemos a esto, mi gran falta de fe y de confianza, pues por cualquier mala noticia que escucho, me angustio, me desanimo, me atemorizo, me acobardo y hasta pierdo el apetito. Yo tengo un sistema de vida en el cual hago ejercicios por una hora 6 días a la semana, con esto en mente puedo tener 103 grados de temperatura, un fuerte dolor de muela- un resfriado muy fuerte, estar muerto de cansancio por causa de un desvelo- osea para que queda mas claro; ni aun cuando he estado de luto por la muerte de un ser querido, me ha podido privar  de hacer mis ejercicios. Por otro lado, sería literalmente imposible poder documentar las innumerables veces que he cancelado por un leve cansancio, nuestros estudios bíblicos. Si, también existe la penosa e injustificable realidad de que un 95% de las promesas que he traído ante los pies de mi Cristo y ante los pies de Jehová su amado Dios y Padre, jamás llegue a cumplirlas. Pero de todo lo que hemos mencionado, lo más deplorable, indeseable, despreciable, incomprensible e inaceptable de esta condición pecaminosa en la que me encuentro, es el ignorar deliberadamente, y conscientemente la voz de Dios, cuando me habla.  Aquí revelamos el perfecto y más claro ejemplo de lo que estamos proclamando; en mi empleo Dios me ha otorgado la maravillosa gracia de poder desempeñar los tres propósitos de su llamado para con mi vida, los cuales son: Oración- Lectura Bíblica- y Escritura. Estos tres propósitos  son el componente de que mi Señor Jesucristo y Dios el Supremo Padre, han hecho de mi lugar de empleo, mi Centro de Adoración. Esto sin lugar a dudas es lo más maravilloso que la gracias y la misericordia de Dios y la de Cristo mi Rey y Salvador, me hayan otorgado, el problema y lo mas triste del caso, es el que solo me acuerdo de adorar, cuando estoy en mi trabajo. Definición: Me etiqueto como un adorador, de cinco días solamente. Si, tengo que vergonzosamente admitir que en mis dos días de descanso, no oro, ni mucho menos dedico un espacio de mi tiempo para la lectura Bíblica. Aquí viene lo más absurdo referente a esta incomprensible realidad en la que me encuentro, vez tras vez me he presentado con esta petición ante la presencia de Dios, en la cual le e pedido que me dé la bendición de poder ser un siervo que se deleite en hacer su Santa voluntad todos los días, le he confesado que se me es muy doloroso y triste el regresar a mi empleo cada principio de semana, y no poder ni siquiera alzar mi mirada al cielo por causa del gran cargo de conciencia que abruma a mi corazón, por lo que sé que pude haber hecho en mis días libres para la obra de Dios, y que injustificablemente no me tome el tiempo para hacerlo. Si, tengo que confesar que soy un mundo de contradicciones, pues  le pido en oración a Dios que por favor  me permita escuchar su voz recordando mis responsabilidades espirituales, y cuando fielmente lo hace, yo asquerosamente pretendo fingir, como que no lo he escuchado. Yo fui creado a la imagen y semejanza de mi Señor Jesucristo y a la de Dios su amado Padre. 

Considera la Escritura: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” (Génesis 1:26)

Esto claramente implica que fui creado con sabiduría- inteligencia- conocimiento y el discernimiento de poder claramente distinguir la diferencia que existe entre lo que es bueno, y lo que es malo. Pero Dios no conforme con haberme otorgado estos maravillosos atributos, tambien me bendijo con el regalo invaluable de una conciencia. ¿Porque invaluable? Porque es la voz interna de mi razonamiento que me manifiesta claramente, cuando estoy en armonía, y en enemistad con Dios.

 Respaldo Bíblico:“Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.”(Romanos 2:15-16)

Si, no existe absolutamente nada más penoso, que cuando escucho la voz de mi conciencia revelandome que casi siempre, opto por poner alguna otra cosa, antes que a Dios. Si, que decepcionante es el estar plenamente consciente, de que soy más que capaz de poder dar de mí un 100% a Dios, pero que por mi gran falta de amor- agradecimiento- pereza e indisciplina, término casi siempre dandole por poner un porcentaje muy generoso, un 60%. Y por si esto fuera poco, aquí viene lo más terrible- lo más decadente- lo más podrido- corrupto e indeseable de esta condición tan pecaminosa en la que me encuentro. Si, de esta débil- cobarde- rebelde- mal agradecida y desobediente condición que tanto desprecio, y odio. Sería imposible el poder numerar los estudios Bíblicos que e predicado de muy mala gana, en otras palabras, los que Dios sabe que el predicado única y exclusivamente, para salir del compromiso. En ningún momento y bajo ninguna circunstancia estoy pretendiendo el igualarme al apóstol Pablo, un siervo admirable- respetado y muy amado de mi corazón. Si, un maravilloso siervo de nuestro Señor Jesucristo del cual anhelo algún día poder llegar a ser, aunque sea la mitad, de lo que él fue. Con esto en mente y guiado por el Espíritu Santo de Dios, Pablo documento algo  muy poderoso fiel y verdadero, algo que se asemeja grandemente al sentir de mi corazón, él al igual que yo, llego a sentir confusión- decepción- frustración- rechazo y un aborrecimiento muy grande en contra de su limitada y pecaminosa naturaleza. Si, en su a fan intenso de anhelar con todo su corazón el agradar y obedecer en todo momento y sobre todas las cosas la Santa voluntad de Dios, se topó cara a cara con la triste y dolorosa realidad de que mientras se encontrara en la carne, en su naturaleza de imperfección y de pescado, la obediencia plena, completa y total para con las normas limpias y perfectas de Cristo y de las de Dios, es una ¡Imposibilidad! 

Respaldo Bíblico: “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;  pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. !!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.” (Romanos 7:14-al-25)

Esto claramente armoniza con lo proclamado por el Rey Solomon , el ser humano más sabio y poderoso de toda la historia. 

Lee, y Educate:“Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.” (Eclesiastés 7:20)

   Con esto en mente, no ha existido-  no existe ni jamás existirá un ser humano  que pueda proclama lo proclamado por nuestro Señor Jesucristo, el cual es Santo- Perfecto- Humilde y en todo momento y para siempre, obediente para con la voluntad de Dios, su amado Padre. 

Respaldo Bíblico: “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada. Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.” (Juan 8:29-30)

Nuestra postura como siervos(a) debe y tiene que ser en todo momento, todo lo contrario de lo que acabamos de leer departe de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y la descripción más perfecta  y exacta de todo lo contrario, se le fue revelada majestuosamente por el Espíritu Santo de Dios, al apóstol Pablo.

 Leelo y Anhelo: “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.”(1 Timoteo 1:15)

Este nivel de humildad que anidaba en el corazón de Pablo, es lo más codiciable de mi corazón. Si, de todas las peticiones que traigo ante los pies de Cristo y ante los pies de Jehová Dios en oración, Humildad, es por lo que más ha implorado de mi corazón. Si, es solo por medio de la humildad que podemos claramente ver, lo grandemente Inmerecibles que somos del gran amor- la bendición- la misericordia- de la incomprensible paciencia- la gracia y de el perdón que diariamente recibimos de parte de Dios y de Cristo Jesus, nuestro Senor. 

Considera la Escritura: “JAH, si mirares a los pecados,¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?Pero en ti hay perdón,Para que seas reverenciado.”(Salmo 130:3-4)

Si, es solo por medio de la humildad que podemos visualizar, que de la salvación que Jehová Dios nos ofrece por medio de su Hijo unigénito, ninguno de nosotros, es digno. 

Respaldo Bíblico:  “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,  siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,.”(Romanos 3:23-24)

La característica que Dios más ama del ser humano es la humildad de corazón, tan grande es su amor por los de condición humilde, que Cristo Jesús garantizo lo siguiente; “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”(Mateo 5:3)

Conclusión: El odio que siento encontra de mi naturaleza pecaminosa, es lo que me mantiene humilde y agradecido, Si, es lo que me hace ver claramente, lo inmerecible que he sído, por tódo, y con tódo lo que Dios y Cristo, me han bendecido. 

“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.” (Eclesiastés 12:13-14)

Autor:  El Espiritu Santo

Templo de Dios/Heme aqui, enviame ami.

Hermano Salvador Lopez / 323-214-6713

I Hate My Sinful Nature

Our Lord and Savior Jesus Christ revealed to us which are the two greatest commandments of the entire law of God. 

Jesus Said:  “Jesus replied, “‘You must love the LORD your God with all your heart, all your soul, and all your mind.’ This is the first and greatest commandment. A second is equally important: ‘Love your neighbor as yourself.’ The entire law and all the demands of the prophets are based on these two commandments.” (Matthew 22:37-40)

But there is a third commandment without which, it is literally an impossibility being able to achieve as servants of God, the obedience of the first two.

Consider the Scripture: “You who love the LORD, hate evil!  He protects the lives of his godly people and rescues them from the power of the wicked.” (Psalms 97:10)

These three elements are the component of the established Biblical foundation by Jehovah God, in other words, loving God above all else- Loving our neighbor as ourselves- and to Hate all evil, is the expectation, the requirement, the condition, and just to make it more clear, the goal set for you and I from God, Our Supreme Creator and Provider. Precious, marvelous, and above all else, so undeserving have been the fruits of God’s Holy Spirit  for my life. Yes, in this sweet, exciting, pleasant path of holiness, God has not withheld His kind hand of blessing upon me. The restorative benefits of God’s undeserved grace are indescribably invaluable. Yes, I often ask God what was it that motivated your Sacred heart by appointing me, as your servant? I simply cannot discern, no matter how hard  I try, why the grace of Christ and the mercy of God have granted me this honor, this privilege, this joy and happiness to be able to  be a  humble messenger of healing- hope and eternal life. With this in mind, I can in all honesty and humility proclaim that I love with everything there is within me the Beauty of God and everything He stands for. Outcome:  I abhor from the bottom of my soul and my viscera, all evil!  In this document we are not going to  use any time to document about the hatred that my heart feels against external things, such as the inhumane and detestable behavior of humanity, for by the grace of my Lord Jesus Christ and by the revelation of Jehovah’s Holy Spirit, this document has already been published in social media which is entitled, “Hate, What a Wonderful Feeling.” Our Lord Jesus Christ taught us that in our human nature there are two powerful fortresses:  The Spiritual and the carnal one. 

Jesus Said: “Keep watch and pray, so that you will not give in to temptation. For the spirit is willing, but the body is weak!” (Matthew 26:41)

Definition: The Spiritual is powerful, perfect, and holy, while the carnal is weak, rebellious, corrupt, sinful, and very evil. The apostle Paul wrote that between these two fortresses, there is a contrast, an enmity, a fierce battle, in other words, an arduous conflict between good and evil.

 Consider the scripture: “So I say, let the Holy Spirit guide your lives. Then you won’t be doing what your sinful nature craves.  The sinful nature wants to do evil, which is just the opposite of what the Spirit wants. And the Spirit gives us desires that are the opposite of what the sinful nature desires. These two forces are constantly fighting each other, so you are not free to carry out your good intentions.“ (Galatians 5:16-17)

To God the Father, and to my Lord and Savior Jesus Christ, and the Holy Spirit I have as witnesses, that what I’m about to proclaim is honest and true, with the same passion with which I hate all the disgusting evil that exists in this world, in the same way, my heart hates my humanity, which is so limited and always so sinful. The vast majority of human beings dream of having a successful career, a job where they earn a lot of money, owning property, having luxury cars, an excellent credit, a lot of money saved in the bank, and being able to travel worry free around the world. My desire, my dream, my goal, and the primary purpose of my life on the other hand is completely the opposite, I would give anything to be the kind of servant who brings nothing but joy, and happiness and honor to the Sweet,Tender, Patient and Loving heart of my beloved Lord Jesus Christ, and to the Holy, Merciful, Just, and glorious heart of Jehovah God Almighty, the Holy One of Israel. Yes, I would give anything to never fail, offend, and sadden not even with the thought, the Holy Spirit which is forever and ever wonderfully good. This beautiful feeling of desiring with all there is within myself to obey God’s  Holy will, and not being able to do it, is the saddest, most frustrating, and by far the most disappointing reality I have experienced at 49 years of age. Yes, I hate that my sinful nature deprives me of being able to obey and surrender myself completely, to what God so lovingly, has established. But without a doubt the saddest part  of this reality is that my flesh, my sinful condition, always tries to shamelessly justify what is clearly and obviously unjustifiable. Yes, to my shame I must confess that when it comes down to work in God’s will, I am indescribably lazy and undisciplined. Let’s add to this my great lack of faith and trust, for any bad news that I hear about, I get distressed, discouraged, scared, I cower and even lose my appetite. I have a system in which I exercise 6 days a week, with this in mind, I can have a fever of 103, a severe toothache, a very bad cold, dead tired for lack of sleep, and just to make it more comprehensible; not even when I had been mourning the loss of a loved one, has been able to deprive me of doing my exercise. On the other hand, it would be literally impossible, to put in writing, the countless times in which  I have cancelled due to a slight fatigue, for Bible Studies. Yes, also of the painful and unjustifiable reality that 95% of the promises I have made at the feet of Jesus, and of Jehovah His beloved God and Father, have become nothing but broken promises. But above all else, the most deplorable, undesirable, despicable, incomprehensible, and unacceptable of this sinful condition that I find myself in, is to deliberately and consciously ignore the voice of God, whenever He speaks to me. Next, we reveal the perfect and clearest example of what we are proclaiming. In my job, God has  granted me the wonderful grace of being able to fulfill the three purposes of His calling to my life, which are: Prayer, Bible Reading, and Writing. These three purposes are the components that my Lord Jesus Christ and God the Supreme Father, have made my place of employment, my Worship Center. This is undoubtedly the most wonderful blessing that the grace and mercy of God and of Jesus Christ my King, have ever granted me, the problem is, that I only remember to worship them while I am at work. Definition: I am sadly only a five day worshipper. Yes, I have to shamefully admit that in my two days off, I do not pray, much less dedicate a little bit of time, to read my Bible. Here comes the most incomprehensible and absurd reality in which I find myself in, time after time I have presented myself in the presence of God with the following request: To please grant me the blessing of being able to  delight upon doing His Holy will, on a daily basis. I have confessed to Him how painful and sad it is to return to my job at the beginning of my week at work, and not being able to look up to the heavens due to the great sense of guilt that overwhelms my heart. Yes, the guilt of knowing what needed to be done concerning the will of God on my days off, and that unjustifiably did not take the time to do it. I must confess that I am a world of contradictions, for I pray to God to please allow me to hear His voice reminding me of my spiritual responsibilities, and when He faithfully does, I disgustingly pretend, that I did not hear it. I was created in the image and likeness of Jesus and of God the Father. 

Consider the scripture: “Then God said, “Let us make human beings in our image, to be like us. They will reign over the fish in the sea, the birds in the sky, the livestock, all the wild animals on the earth, and the small animals that scurry along the ground.” (Genesis 1:26)

This clearly implies that I was created with wisdom, intelligence, knowledge, and the discernment of clearly knowing the difference between good and evil. But, God wasn’t  satisfied by blessing me with these wonderful attributes only, he also granted me with the priceless gift of having a conscience. Why priceless? Because it is the inner voice of reasoning which clearly declares to my heart, if I am in harmony or at enmity with God.

Biblical Support: “They demonstrate that God’s law is written in their hearts, for their own conscience and thoughts either accuse them or tell them they are doing right.  And this is the message I proclaim—that the day is coming when God, through Christ Jesus, will judge everyone’s secret life.” (Romans 2:15-16)

 Yes, there is absolutely nothing more embarrassing that when I hear the voice of my conscience revealing to me that almost always, I choose to put something else before God. Yes, how disappointing it is to be fully aware, that I am more than capable of giving 100% of myself to God, but because of my great lack of love, gratitude, laziness, and indiscipline , I almost always end up giving Him just for putting a very generous percentage, 60%, And as if this were not bad enough, here comes the most terrible, the most deplorable, the most rotten, corrupt, and undesirable, part of this sinful condition in which I find myself in. Yes, of this weak, cowardly, rebellious, ungrateful, and disobedient sinful nature that I so passionately despise and hate. It would be impossible to recall the Bible Studies that I have preached very reluctantly, in other words, only and exclusively, just to get them out of the way. At no time and under no circumstance, I’m pretending to make myself equal to the apostle Paul, an admirable, respected servant, whom I love so greatly. Yes, a wonderful servant of our Lord and savior Jesus Christ, of which I hope to someday, I could reach to at least become even half of the kind of faithful servant that he was. With this in mind Paul, enlightened by God’s Holy Spirit documents something very Powerful, Faithful, and Truthful, something  that greatly resembles the way my heart feels, he also felt confusion- disappointment- frustration – disgust- and a very great abhorrence against his limited sinful nature. Yes, in his intense desire of yearning with all of his might and above all else to please and obey God’s Holy  will, he came face to  face with the sad and painful reality that while he was still in the flesh, in his sinful nature, to fully and completely being able to obey the Perfect commandments of Jesus and those of God, it’s an Impossibility! 

Biblical Support: “So the trouble is not with the law, for it is spiritual and good. The trouble is with me, for I am all too human, a slave to sin. I don’t really understand myself, for I want to do what is right, but I don’t do it. Instead, I do what I hate.  But if I know that what I am doing is wrong, this shows that I agree that the law is good.  So I am not the one doing wrong; it is sin living in me that does it. And I know that nothing good lives in me, that is, in my sinful nature.I want to do what is right, but I can’t.  I want to do what is good, but I don’t. I don’t want to do what is wrong, but I do it anyway. But if I do what I don’t want to do, I am not really the one doing wrong; it is sin living in me that does it. I have discovered this principle of life—that when I want to do what is right, I inevitably do what is wrong.  I love God’s law with all my heart.  But there is another power within me that is at war with my mind. This power makes me a slave to the sin that is still within me.  Oh, what a miserable person I am! Who will free me from this life that is dominated by sin and death?  Thank God! The answer is in Jesus Christ our Lord. So you see how it is: In my mind I really want to obey God’s law, but because of my sinful nature I am a slave to sin.” (Romans 7:14-25)

 This clearly harmonizes with the proclamation by King Solomon, the wisest and most powerful human being that has ever existed. 

Read, and Educate Yourself:  “Not a single person on earth is always good and never sins.”(Ecclesiastes 7:20)

With this in mind, there hasn’t, there isn’t, and there never will be  anyone that could ever proclaim what came out of our Lord Jesus Christ, which is Holy, Perfect, Humble, and at all times and forever and ever obedient to the will of God His beloved Father. 

Biblical Support: “And the one who sent me is with me—he has not deserted me. For I always do what pleases him.” Then many who heard him say these things believed in him.” (John 8:29-30)

 Our position as servants, must at all times be the complete opposite of what we just read from our Lord Jesus Christ, and the most perfect and exact description of the opposite, was majestically revealed by God’s Holy Spirit to the apostle Paul. 

Read it, and long for it:  “This is a trustworthy saying, and everyone should accept it: “Christ Jesus came into the world to save sinners”—and I am the worst of them all.” (1 Timothy 1:15)

This level of humility from Paul’s heart, is the greatest desire of my heart. Yes, of all the petitions  that I bring before the Holy feet of Jesus and at the feet of Jehovah God in prayer Humility, is for what my heart has implored the most. Yes, it’s only through humility that we can clearly see how greatly Undeserving we are of the great love- the blessings the mercy- of the incomprehensible patience that the grace and the forgiveness we receive on a daily basis from God, and from Jesus Christ Our Lord. 

Consider the Scripture.  “LORD, if you kept a record of our sins, who, O Lord, could ever survive? But you offer forgiveness, that we might learn to fear you.” (Psalm 130:3-4)

Yes, it is only through humility that we are able to visualize the salvation that Jehovah God offers us through His only begotten Son, none of us are worthy. 

Biblical Support:  “For everyone has sinned; we all fall short of God’s glorious standard. Yet God, in his grace, freely makes us right in his sight. He did this through Christ Jesus when he freed us from the penalty for our sins.” (Romans 3:23-24)

The characteristic that God loves the most of human beings is humility of heart, so great is His love for those of humble condition, that Jesus our Savior guaranteed the following.

“God blesses those who are poor and realize their need for him, for the Kingdom of Heaven is theirs.”  (Matthew 5:3)

Conclusion: The hate I feel towards my sinful nature, is what keeps me humble and thankful. Yes, it is what allows me to clearly see how undeserving I have been, for everything God and Jesus have blessed me with. 

“That’s the whole story. Here now is my final conclusion: Fear God and obey his commands, for this is everyone’s duty.  God will judge us for everything we do, including every secret thing, whether good or bad.” (Ecclesiastes 12:13-14)

AMEN. 

Author:  The Holy Spirit

Temple of GOD/ Here I am. Send me.

Brother Salvador Lopez (323)214-6713